Cometí muchos errores; lloré por quien no debía, reí con falsas amistades, callé verdades por no hacer daño, abracé a personas que no se merecían ni el roce de mi piel, callé te quieros que por miedo, se quedaron en el aire... Perdoné demasiado.
Tropecé dos veces con la misma piedra y cuando decía
nunca más, me empujaban y caía estampada por tercera vez.
Disfruté de pequeños detalles y aprendí poco a poco en qué consiste vivir... Y el secreto está en ¡
no arrepentirse de nada!